El Falcon con el que compara Ramón Díaz a su equipo sigue sin arrancar. Esta vez, fue superado por Godoy Cruz, aunque pudo rescatar un empate gracias al Burrito Rivero, que fue ovacionado tras el gol.
Problemas en el tren trasero, falta de combustible y desperfectos en el motor son algunos de los inconvenientes que tiene el Falcon de Ramón. Sí, cuando el DT comparó a su equipo (en formación) con este auto, nunca se imaginó que podría tardar tanto en darle arranque
El empate en cero frente a Gimnasia en la primera fecha dio muestras claras de que necesitaba una semanita en el taller. A pesar de haber pasado por Boedo, no se vieron cambios evidentes. Godoy Cruz se plantó en el Nuevo Gasómetro con dos victorias en las últimas dos presentaciones en ese estadio sobre el lomo, y con orden logró complicarle la vida al Ciclón.
Sin embargo, quien encontró la ventaja fue el local, que aprovechó un error de la defensa del Tomba y, con un cabezazo de Tula, puso el 1-0. La alegría duró poco: minutos más tarde, pase al vacío de Carranza, y definición de Ramírez, el mejor de la cancha. En la segunda parte, el Mago necesitó apenas 37 segundos para poner arriba a Godoy Cruz, y potenciar la cara de sorpresa en los hinchas de San Lorenzo.
Ahí, cuando el equipo del Turco, muy ordenado, cortaba las salidas de los laterales rivales, y opacaba a los volantes que intentaban generar juego, aparecieron los arreglos de Ramón, que le metió mano al Falcon. Rivero, uno de los mimados de la hinchada, y Balsas, hicieron su ingreso, para darle más pimienta al ataque. Y cuando parecía que el motor estaba ahogado, el Burrito puso la llave y con un remate desde afuera, sentenció el 2-2 final. Complicidad de Ibáñez, que podía haber hecho más para sacar el tiro.
Así, Ramón se fue del Nuevo Gasómetro con la sensación de que su auto necesita otra semanita de trabajo mecánico. El único punto a favor, es que se mantiene invicto. Godoy Cruz vive una realidad similar, ya que sacó la misma cantidad de puntos que su rival de turno. Sin embargo, en juego, el Tomba pasó por arriba al Falcon.
Sunday, August 15, 2010
Sunday, August 8, 2010
GELP 0 - San Lorenzo 0
Con el esperanzador aperitivo de lo que fue el torneo de Invierno, San Lorenzo fue a La Plata para presentarse por el Apertura ante Gimnasia. Lo visto ante Quilmes y Racing por el Cuadrangular generó una interesante expectativa en la gente del Ciclón.
Sin embargo, el equipo de Ramón Díaz no tuvo una buena tarde y el Lobo sacó provecho en el juego y las jugadas de peligro, pero no así en el resultado, que no termina siendo negativo para el elenco de Boedo.
La única modificación respecto al equipo que venció a Racing la semana pasada estuvo en el arco: Damián Albil, sobrio y de aceptable labor, reemplazó al desgarrado Pablo Milgiore. El resto, igual, manteniendo una línea de tres defensiva, cuatro volantes, un enlace y dos puntas.
Gimnasia, por su parte, apeló a correr, presionar y buscar el error de su rival. San Lorenzo mostró algunas fallas, sobre todo en los tiempos y en las ubicaciones de algunos futbolistas. También fue impreciso en los pases y nunca pudo adueñarse de las acciones.
La más clara del primer tiempo fue para el local. Un cabezazo cruzado de Navarro, quien se anticipó a la defensa, dio en el poste cuando Albil ya no llegaba. Promediaban los primeros cuarenta y cinco minutos y el Tripero se agrandó. Afortunadamente, el plantel de Diego Cocca, no es de jerarquía ni experiencia. Es un equipo que también el calificativo de Falcon le cabe.
En la segunda etapa Gimnasia no fue tan exigente, y el trámite se emparejó en la mitad de la cancha. Creció la figura de Juan Manuel Torres y José San Román se soltó más por la derecha. No pudo hacer lo mismo Diego Placente, quien tuvo que trabajar para controlar junto a Jonathan Bottinelli a un movedizo e inquieto Hernán Encina, de lo mejor de la cancha.
Ramón Díaz, ni bien comenzaron los últimos cuarenta y cinco minutos, sorprendió al sacar a Leandro Romagnoli. Por él ingresó Sebastián Balsas, el debutante uruguayo. El flamante refuerzo se metió en el centro de la ofensiva, quedando a sus laterales Emiliano Alfaro y Fabián Bordagaray.
En los primeros minutos, Balsas se destacó más por correr y presionar, que por provocar situaciones de peligro. De entrada no recibió pases ni centros, sino pelotazos que ni un Martín Palermo (por dar un jugador de características similares) podría contener.
La primera clara que tuvo, fue a los treinta. Placente controla un envío pasado y con mucha paciencia en medio de una rapidez mental sobresaliente, le sirve la pelota al uruguayo. Balsas tuvo que resignar su metro noventa y siete para agacharse y zambullirse de cabeza. Su testazo generó la mejor atajada de la tarde. Brillante la tapada de Gastón Sessa.
Sobre el final, tras un tiro libre, Gimnasia tendría otra jugada de peligro. Pero Albil contuvo bien un cabezazo de Castro. Sergio Pezzotta, de regular arbitraje, adicionó tres minutos pero nada cambió. Menos el resultado. Un empate sin goles que, lo único que logró, fue estirar el grito de los hinchas por –esperemos- una semana más. El final del Apertura sentenciará si hoy San Lorenzo ganó un punto o perdió dos.
FICHA:
Gimnasia: Gastón Sessa; Ricardo Moreira, Abel Masuero, Ariel Agüero y Lucas Landa; Walter Jiménez, Fabián Rinaudo, Alejandro Capurro y Hernán Encina; Juan Neira y Alvaro Navarro. DT: Diego Cocca
San Lorenzo: Damián Albil; Cristian Tula, Jonathan Botinelli y Fernando Meza; Diego Placente, Juan M. Torres, Leonardo López y José San Román; Leandro Romagnoli; Emiliano Alfaro. DT: Ramón Díaz.
Cambios en el segundo tiempo: 6 Sebastián Balsas por Romagnoli (SL); 11 Milton Casco por Landa (G); 14 Jorge Córdoba por Neira (G); 15 Guillermo Pereira por López (SL); 24 Lucas Castro por Jiménez (G); 38 Jose L. Menseguez por Alfaro (SL)
Amonestados: L. Landa (G); E. Alfaro (SL); G. Pereira (SL); L. Castro (G)
Árbitro: Sergio Pezzotta
Estadio: Gimnasia La Plata
Sin embargo, el equipo de Ramón Díaz no tuvo una buena tarde y el Lobo sacó provecho en el juego y las jugadas de peligro, pero no así en el resultado, que no termina siendo negativo para el elenco de Boedo.
La única modificación respecto al equipo que venció a Racing la semana pasada estuvo en el arco: Damián Albil, sobrio y de aceptable labor, reemplazó al desgarrado Pablo Milgiore. El resto, igual, manteniendo una línea de tres defensiva, cuatro volantes, un enlace y dos puntas.
Gimnasia, por su parte, apeló a correr, presionar y buscar el error de su rival. San Lorenzo mostró algunas fallas, sobre todo en los tiempos y en las ubicaciones de algunos futbolistas. También fue impreciso en los pases y nunca pudo adueñarse de las acciones.
La más clara del primer tiempo fue para el local. Un cabezazo cruzado de Navarro, quien se anticipó a la defensa, dio en el poste cuando Albil ya no llegaba. Promediaban los primeros cuarenta y cinco minutos y el Tripero se agrandó. Afortunadamente, el plantel de Diego Cocca, no es de jerarquía ni experiencia. Es un equipo que también el calificativo de Falcon le cabe.
En la segunda etapa Gimnasia no fue tan exigente, y el trámite se emparejó en la mitad de la cancha. Creció la figura de Juan Manuel Torres y José San Román se soltó más por la derecha. No pudo hacer lo mismo Diego Placente, quien tuvo que trabajar para controlar junto a Jonathan Bottinelli a un movedizo e inquieto Hernán Encina, de lo mejor de la cancha.
Ramón Díaz, ni bien comenzaron los últimos cuarenta y cinco minutos, sorprendió al sacar a Leandro Romagnoli. Por él ingresó Sebastián Balsas, el debutante uruguayo. El flamante refuerzo se metió en el centro de la ofensiva, quedando a sus laterales Emiliano Alfaro y Fabián Bordagaray.
En los primeros minutos, Balsas se destacó más por correr y presionar, que por provocar situaciones de peligro. De entrada no recibió pases ni centros, sino pelotazos que ni un Martín Palermo (por dar un jugador de características similares) podría contener.
La primera clara que tuvo, fue a los treinta. Placente controla un envío pasado y con mucha paciencia en medio de una rapidez mental sobresaliente, le sirve la pelota al uruguayo. Balsas tuvo que resignar su metro noventa y siete para agacharse y zambullirse de cabeza. Su testazo generó la mejor atajada de la tarde. Brillante la tapada de Gastón Sessa.
Sobre el final, tras un tiro libre, Gimnasia tendría otra jugada de peligro. Pero Albil contuvo bien un cabezazo de Castro. Sergio Pezzotta, de regular arbitraje, adicionó tres minutos pero nada cambió. Menos el resultado. Un empate sin goles que, lo único que logró, fue estirar el grito de los hinchas por –esperemos- una semana más. El final del Apertura sentenciará si hoy San Lorenzo ganó un punto o perdió dos.
FICHA:
Gimnasia: Gastón Sessa; Ricardo Moreira, Abel Masuero, Ariel Agüero y Lucas Landa; Walter Jiménez, Fabián Rinaudo, Alejandro Capurro y Hernán Encina; Juan Neira y Alvaro Navarro. DT: Diego Cocca
San Lorenzo: Damián Albil; Cristian Tula, Jonathan Botinelli y Fernando Meza; Diego Placente, Juan M. Torres, Leonardo López y José San Román; Leandro Romagnoli; Emiliano Alfaro. DT: Ramón Díaz.
Cambios en el segundo tiempo: 6 Sebastián Balsas por Romagnoli (SL); 11 Milton Casco por Landa (G); 14 Jorge Córdoba por Neira (G); 15 Guillermo Pereira por López (SL); 24 Lucas Castro por Jiménez (G); 38 Jose L. Menseguez por Alfaro (SL)
Amonestados: L. Landa (G); E. Alfaro (SL); G. Pereira (SL); L. Castro (G)
Árbitro: Sergio Pezzotta
Estadio: Gimnasia La Plata
Sunday, February 28, 2010
San Lorenzo 1- Tigre 0
El Ciclón, que acumulaba cuatro partidos sin triunfos ni goles a favor, se impuso por 1-0 sobre el Matador como local gracias a un tanto de Emiliano Alfaro (ST 37m). Los de Simeone dominaron durante todo el duelo pero recién en el cierre lograron quebrar a su mezquino rival. Ambos terminaron con diez por las expulsiones de Benítez y Rodríguez.
Luego de acumular cuatro partidos sin triunfos ni goles, San Lorenzo logró dejar atrás su mala racha con una agónica victoria por 1-0 sobre Tigre, en el Nuevo Gasómetro. Si bien hizo méritos para llevarse el anhelado triunfo, el conjunto de Diego Simeone debió sufrir hasta el final por su falta de contundencia ante un rival solamente preocupado por cuidar su valla. El uruguayo Emiliano Alfaro se erigió como el héroe de la tarde de domingo en el Bajo Flores.
En búsqueda de una victoria que le pusiera fin a su dolorosa sequía, San Lorenzo tomó las riendas del partido y, tal como lo hizo en el arranque del duelo con Racing, asumió un rol protagónico. Mucho más holgado y aliviado, Tigre aceptó ese módulo de partido y le cedió terreno y pelota a su rival, obviamente con el recurso del contragolpe como gran objetivo. El Ciclón logró trasladar el balón hasta la zona de tres cuartos de cancha sin dificultades, pero a partir de ese límite se topó con la dura marca del Matador, cuya presión era liderada por Diego Castaño.
El juego cerebral de Leandro Romagnoli se tornaba fundamental para poder clarificar el juego, pero sus compañeros pocas veces lo pudieron encontrar con facilidad. Entonces, se hizo imposible arribar hacia el arco de Daniel Islas de manera nítida. Las escaladas de Nelson Benítez por izquierda y los embates de Diego Rivero con derecha fueron los escasos argumentos que presentó el Ciclón para pretender la ventaja inicial. En tanto, los puntas Emiliano Alfaro y Juan Carlos Menseguez jamás pudieron jugar de frente al arco y debieron conformarse con la cesión de primera.
Cuando el reloj marcaba los 30 minutos, San Lorenzo disfrutó de una leve primavera y generó un par de chances claras. Primero, Alfaro maniobró de media vuelta y buscó a alguien en el centro de área, alguien que nunca apareció. Y segundos después, Benítez recibió la pelota tras un despeje de la defensa de Tigre y exigió a Islas, quien tapó el remate con gran capacidad de reacción. El equipo de Caruso Lombardi respiró aliviado e insistió hasta el final del periodo inicial con su receta: todas las fichas en las pelotas detenidas a favor y en los pelotazos para el solitario Carlos Luna.
En el arranque del complemento, Caruso Lombardi potenció su mezquindad y reemplazó a Sánchez por Pasini, un volante central con mucha marca. Por su parte, Simeone amplió el menú ofensivo con los ingresos de Sebastián González y Bernardo Romeo. La frescura de González le dio mayores variantes a los ataques azulgranas y Alfaro derrochó dos chances importantes para abrir el marcador.
Uno de los grandes pecados que cometió San Lorenzo durante todo el partido fue centralizar sus avances en lugar de profundizar por los costados, sobremanera por el sector de Leyes. A los 21, la defensa de Tigre no respondió bien ante un centro desde la derecha y la pelota le quedó a Alfaro de frente al arco. Los hinchas locales prepararon la garganta para gritar el esperado gol, pero el remate del charrúa se fue afuera por poco y el Nuevo Gasómetro se inundó de desilusión. Cinco minutos después, un cabezazo de Aguirre casi quiebra la impenetrable defensa del Matador.
Con escasas ideas y nula contundencia, San Lorenzo se fue consumiendo ante el pragmático planteo visitante. A Tigre se le facilitó demasiado el trabajo de recuperación y destrucción gracias a la insólita lentitud del Ciclón, que a falta de 15 minutos pasó a defender con línea de tres y sumó en la delantera a Bordagaray. Precisamente, el oriundo de Florencio Varela fue la clave para guiar a su equipo a la victoria. A los 37, Bordagaray desbordó por derecha y encontró en el área a Alfaro, quien esta vez no perdonó y cortó la sequía de 509 minutos sin goles. Simeone, totalmente fuera de sí, festejó desenfocado de cara a la gente local.
El amarrete planteo de Tigre se cayó a pedazos luego del segundo de inspiración que tuvieron Bordagaray y Alfaro. La gente de San Lorenzo se encendió a pleno con la ilusión de que la mala racha, quizás, a partir de ahora sólo sea un mal recuerdo. Las expulsiones de Benítez (planchazo contra Lázzaro) y Ribair Rodríguez (un aparente insulto a Collado) quedaron como datos anecdóticos del partido en el que el Ciclón volvió a sumar de a tres y a reconciliarse con la red rival. ¿Y el nivel de juego? Puede esperar.
Luego de acumular cuatro partidos sin triunfos ni goles, San Lorenzo logró dejar atrás su mala racha con una agónica victoria por 1-0 sobre Tigre, en el Nuevo Gasómetro. Si bien hizo méritos para llevarse el anhelado triunfo, el conjunto de Diego Simeone debió sufrir hasta el final por su falta de contundencia ante un rival solamente preocupado por cuidar su valla. El uruguayo Emiliano Alfaro se erigió como el héroe de la tarde de domingo en el Bajo Flores.
En búsqueda de una victoria que le pusiera fin a su dolorosa sequía, San Lorenzo tomó las riendas del partido y, tal como lo hizo en el arranque del duelo con Racing, asumió un rol protagónico. Mucho más holgado y aliviado, Tigre aceptó ese módulo de partido y le cedió terreno y pelota a su rival, obviamente con el recurso del contragolpe como gran objetivo. El Ciclón logró trasladar el balón hasta la zona de tres cuartos de cancha sin dificultades, pero a partir de ese límite se topó con la dura marca del Matador, cuya presión era liderada por Diego Castaño.
El juego cerebral de Leandro Romagnoli se tornaba fundamental para poder clarificar el juego, pero sus compañeros pocas veces lo pudieron encontrar con facilidad. Entonces, se hizo imposible arribar hacia el arco de Daniel Islas de manera nítida. Las escaladas de Nelson Benítez por izquierda y los embates de Diego Rivero con derecha fueron los escasos argumentos que presentó el Ciclón para pretender la ventaja inicial. En tanto, los puntas Emiliano Alfaro y Juan Carlos Menseguez jamás pudieron jugar de frente al arco y debieron conformarse con la cesión de primera.
Cuando el reloj marcaba los 30 minutos, San Lorenzo disfrutó de una leve primavera y generó un par de chances claras. Primero, Alfaro maniobró de media vuelta y buscó a alguien en el centro de área, alguien que nunca apareció. Y segundos después, Benítez recibió la pelota tras un despeje de la defensa de Tigre y exigió a Islas, quien tapó el remate con gran capacidad de reacción. El equipo de Caruso Lombardi respiró aliviado e insistió hasta el final del periodo inicial con su receta: todas las fichas en las pelotas detenidas a favor y en los pelotazos para el solitario Carlos Luna.
En el arranque del complemento, Caruso Lombardi potenció su mezquindad y reemplazó a Sánchez por Pasini, un volante central con mucha marca. Por su parte, Simeone amplió el menú ofensivo con los ingresos de Sebastián González y Bernardo Romeo. La frescura de González le dio mayores variantes a los ataques azulgranas y Alfaro derrochó dos chances importantes para abrir el marcador.
Uno de los grandes pecados que cometió San Lorenzo durante todo el partido fue centralizar sus avances en lugar de profundizar por los costados, sobremanera por el sector de Leyes. A los 21, la defensa de Tigre no respondió bien ante un centro desde la derecha y la pelota le quedó a Alfaro de frente al arco. Los hinchas locales prepararon la garganta para gritar el esperado gol, pero el remate del charrúa se fue afuera por poco y el Nuevo Gasómetro se inundó de desilusión. Cinco minutos después, un cabezazo de Aguirre casi quiebra la impenetrable defensa del Matador.
Con escasas ideas y nula contundencia, San Lorenzo se fue consumiendo ante el pragmático planteo visitante. A Tigre se le facilitó demasiado el trabajo de recuperación y destrucción gracias a la insólita lentitud del Ciclón, que a falta de 15 minutos pasó a defender con línea de tres y sumó en la delantera a Bordagaray. Precisamente, el oriundo de Florencio Varela fue la clave para guiar a su equipo a la victoria. A los 37, Bordagaray desbordó por derecha y encontró en el área a Alfaro, quien esta vez no perdonó y cortó la sequía de 509 minutos sin goles. Simeone, totalmente fuera de sí, festejó desenfocado de cara a la gente local.
El amarrete planteo de Tigre se cayó a pedazos luego del segundo de inspiración que tuvieron Bordagaray y Alfaro. La gente de San Lorenzo se encendió a pleno con la ilusión de que la mala racha, quizás, a partir de ahora sólo sea un mal recuerdo. Las expulsiones de Benítez (planchazo contra Lázzaro) y Ribair Rodríguez (un aparente insulto a Collado) quedaron como datos anecdóticos del partido en el que el Ciclón volvió a sumar de a tres y a reconciliarse con la red rival. ¿Y el nivel de juego? Puede esperar.
Sunday, February 7, 2010
Estudiantes 2- San Lorenzo 0
El equipo de Simeone sumó su segunda derrota consecutiva del torneo en el Centenario de Quilmes ante una gran versión de Estudiantes de La Plata, que superó desde el primer minuto del encuentro a un San Lorenzo que nunca mostró síntomas de recuperación, y que hasta dejó la sensación de que el 2-0 podría haber sido peor.
San Lorenzo necesitaba de una victoria en un partido que se preveía muy complicado, pero que por el 0-1 ante los mendocinos estaba obligado a ganar. El Cholo volvía a cambiar de esquema, y esta vez con un 4-4-2 buscaba dominar la mitad de cancha y de esa manera complicar a un Estudiantes que también venía golpeado por la derrota en el clásico con Gimnasia.
Pero desde el arranque del partido, esa esperanza cuerva de quedarse con los tres puntos se empezó a desmoronar y ya a los 2 minutos Mauro Boselli ponía las cosas 1-0 y le propinaba un golpe a San Lorenzo que pareció dejarlo sin reacción para el resto del partido. Porque de ahí en más fue todo del local, que de la mano del mejor jugador del país Juan Sebastián Verón manejó a gusto el encuentro y no dejó que los delanteros cuervos se acercaran al arco de Agustín Orión.
Tal era la superioridad de Estudiantes, que a los 38 minutos del primer tiempo Simeone buscaba hacer reaccionar al equipo mandando a Emiliano Alfaro a la cancha por Sebastián Rusculleda, quien tuvo un debut como titular que seguramente no querrá recordar. Pero el intento de cambiar su planteo inicial que no parecía funcionar, llegó demasiado tarde porque Estudiantes ya era el dueño del partido y manejaba los tiempos como quería.
Para colmo, una corrida de Verón que le ganó en velocidad a Bottinelli como si tuviera 20 años, lo dejó mano a mano con Migliore y un derechazo cruzado dejó a San Lorenzo al borde del knockout a los 44 minutos del primer tiempo.
Después de eso se jugaron 45 minutos que de no ser porque así lo dice el reglamento podrían haberse evitado, porque a pesar del intento de Simeone de poner 5 delanteros y empujar a su rival, a San Lorenzo le volvió a pasar lo mismo que en el partido contra Godoy Cruz y nunca se acercó con peligro al arco de Orión.
Y los positivos a los que les quedaba alguna esperanza, cayeron a la realidad a los 27 minutos del segundo tiempo, cuando una falta de Gastón Aguirre sobre Boselli hizo que Abal le mostrara la segunda amarilla al defensor y lo mandara a los vestuarios. Y con uno más y ganando 2-0, Estudiantes no necesitó más que tocar la pelota para que pasara el tiempo. Es más, hasta perdonó a un San Lorenzo resignado y entregado totalmente, y prácticamente no lo atacó. Si no, podría haber sido peor.
San Lorenzo quedó en la cuerda floja, al borde del knockout, sin margen de error y con la impaciencia de la gente que el domingo no aceptará otra cosa más que una victoria. Y para colmo, al equipo del Cholo se le vienen Velez y Racing. Habrá que aprovechar esta semana para corregir los errores y para prepararse para conseguir los 3 puntos contra Velez, porque otro golpe más a este equipo podría terminar de tumbarlo.
San Lorenzo necesitaba de una victoria en un partido que se preveía muy complicado, pero que por el 0-1 ante los mendocinos estaba obligado a ganar. El Cholo volvía a cambiar de esquema, y esta vez con un 4-4-2 buscaba dominar la mitad de cancha y de esa manera complicar a un Estudiantes que también venía golpeado por la derrota en el clásico con Gimnasia.
Pero desde el arranque del partido, esa esperanza cuerva de quedarse con los tres puntos se empezó a desmoronar y ya a los 2 minutos Mauro Boselli ponía las cosas 1-0 y le propinaba un golpe a San Lorenzo que pareció dejarlo sin reacción para el resto del partido. Porque de ahí en más fue todo del local, que de la mano del mejor jugador del país Juan Sebastián Verón manejó a gusto el encuentro y no dejó que los delanteros cuervos se acercaran al arco de Agustín Orión.
Tal era la superioridad de Estudiantes, que a los 38 minutos del primer tiempo Simeone buscaba hacer reaccionar al equipo mandando a Emiliano Alfaro a la cancha por Sebastián Rusculleda, quien tuvo un debut como titular que seguramente no querrá recordar. Pero el intento de cambiar su planteo inicial que no parecía funcionar, llegó demasiado tarde porque Estudiantes ya era el dueño del partido y manejaba los tiempos como quería.
Para colmo, una corrida de Verón que le ganó en velocidad a Bottinelli como si tuviera 20 años, lo dejó mano a mano con Migliore y un derechazo cruzado dejó a San Lorenzo al borde del knockout a los 44 minutos del primer tiempo.
Después de eso se jugaron 45 minutos que de no ser porque así lo dice el reglamento podrían haberse evitado, porque a pesar del intento de Simeone de poner 5 delanteros y empujar a su rival, a San Lorenzo le volvió a pasar lo mismo que en el partido contra Godoy Cruz y nunca se acercó con peligro al arco de Orión.
Y los positivos a los que les quedaba alguna esperanza, cayeron a la realidad a los 27 minutos del segundo tiempo, cuando una falta de Gastón Aguirre sobre Boselli hizo que Abal le mostrara la segunda amarilla al defensor y lo mandara a los vestuarios. Y con uno más y ganando 2-0, Estudiantes no necesitó más que tocar la pelota para que pasara el tiempo. Es más, hasta perdonó a un San Lorenzo resignado y entregado totalmente, y prácticamente no lo atacó. Si no, podría haber sido peor.
San Lorenzo quedó en la cuerda floja, al borde del knockout, sin margen de error y con la impaciencia de la gente que el domingo no aceptará otra cosa más que una victoria. Y para colmo, al equipo del Cholo se le vienen Velez y Racing. Habrá que aprovechar esta semana para corregir los errores y para prepararse para conseguir los 3 puntos contra Velez, porque otro golpe más a este equipo podría terminar de tumbarlo.
Sunday, January 31, 2010
Atl. Tucuman 0 - San Lorenzo 1
En un partido duro, áspero y sin mucho espectáculo para mostrar, el Ciclón se impuso 1 a 0 sobre Atlético de Tucumán con gol de Fabián Bordagaray. Benítez, Rusculleda y Alfaro, los tres refuerzos, debutaron con la azulgrana y lo hicieron con una importante victoria en condición de visitante.
El tanto de San Lorenzo y el único del partido llegó a los 24 minutos del primer tiempo, luego de un corner del Kily que encontró al Papu Gómez en el área, quien supo desbordar y tirar el centro que se estrellaría en el palo para luego dejarle el rebote servido a Fabián Bordagaray.
San Lorenzo tuvo las mejores del partido pero los tucumanos nunca dieron por perdido el encuentro y hasta el último minuto acosaron, aunque sin chance reales, el arco de Pablo Migliore. A pocos minutos de que se cumpla el tiempo reglamentario, Sebastián Rusculleda estrelló un tiro libre en el travesaño, en lo que fue la segunda chance más clara de ambos equipos después del gol.
El mejor del Ciclón fue Kily González, que jugó un buen partido junto a su tocayo Leiva en la zona central del mecicampo Santo.
Atlético de Tucumán: Lucas Ischuk; Ricardo Moreira, Rodrigo Herrera, Deivis Barone, César More; Claudio Vargas, Damián Musto, César Montiglio; Claudio Sarría; Juan Pablo Pereyra y Emanuel Gigliotti.
Director técnico: Osvaldo Sosa.
San Lorenzo de Almagro: Pablo Migliore; Fernando Meza, Gastón Aguirre, Jonathan Bottinelli, Aureliano Torres; Pablo Pintos, Cristian Leiva, Sebastián González, Cristian González; Alejandro Gómez y Fabián Bordagaray.
Director técnico: Diego Simeone.
Goles:
1T: a los 24 minutos, Fabián Bordagaray(SL).
Cambios:
En el segundo tiempo: desde la reanudación, Sebastián Longo(AT) por Montiglio; a los 15 minutos, Fabio Escobar(AT) por Sarría; a los 20, Nelson Benítez(SL) por Sebastián González; a los 27, Emiliano Alfaro por Gómez(SL) y Diego Erroz por Vargas(AT); a los 36, Sebastián Rusculleda por Bordagaray(SL).
Estadio: Monumental José Fierro (Túcumán)
Árbitro: Néstor Pittana.
El tanto de San Lorenzo y el único del partido llegó a los 24 minutos del primer tiempo, luego de un corner del Kily que encontró al Papu Gómez en el área, quien supo desbordar y tirar el centro que se estrellaría en el palo para luego dejarle el rebote servido a Fabián Bordagaray.
San Lorenzo tuvo las mejores del partido pero los tucumanos nunca dieron por perdido el encuentro y hasta el último minuto acosaron, aunque sin chance reales, el arco de Pablo Migliore. A pocos minutos de que se cumpla el tiempo reglamentario, Sebastián Rusculleda estrelló un tiro libre en el travesaño, en lo que fue la segunda chance más clara de ambos equipos después del gol.
El mejor del Ciclón fue Kily González, que jugó un buen partido junto a su tocayo Leiva en la zona central del mecicampo Santo.
Atlético de Tucumán: Lucas Ischuk; Ricardo Moreira, Rodrigo Herrera, Deivis Barone, César More; Claudio Vargas, Damián Musto, César Montiglio; Claudio Sarría; Juan Pablo Pereyra y Emanuel Gigliotti.
Director técnico: Osvaldo Sosa.
San Lorenzo de Almagro: Pablo Migliore; Fernando Meza, Gastón Aguirre, Jonathan Bottinelli, Aureliano Torres; Pablo Pintos, Cristian Leiva, Sebastián González, Cristian González; Alejandro Gómez y Fabián Bordagaray.
Director técnico: Diego Simeone.
Goles:
1T: a los 24 minutos, Fabián Bordagaray(SL).
Cambios:
En el segundo tiempo: desde la reanudación, Sebastián Longo(AT) por Montiglio; a los 15 minutos, Fabio Escobar(AT) por Sarría; a los 20, Nelson Benítez(SL) por Sebastián González; a los 27, Emiliano Alfaro por Gómez(SL) y Diego Erroz por Vargas(AT); a los 36, Sebastián Rusculleda por Bordagaray(SL).
Estadio: Monumental José Fierro (Túcumán)
Árbitro: Néstor Pittana.
Sunday, January 10, 2010
Tibio Empate
Cuando el partido se moría con un San Lorenzo tibio, Bordagaray aprovechó una falla de Albil y definió con precisión y repentización, demostrando que es un delantero con buenas condiciones para ser considerado por Diego Simeone. Este 2-2 hace que San Lorenzo deba jugar el miércoles contra Boca.
San Lorenzo arrancó perdiendo con Estudiantes (gol de Díaz a los 3'), pero enseguida empató cuando un tiro del debutante Bertocchi se desvió en el Papu Gómez. Finalmente, el Cholo Simeone alineó a Campagnuolo; Luna, Meza, Palomino, Bazán; Prim, Juárez, Bertocchi, Sebi González; Papu Gómez y Romeo.
Para el comienzo del segundo tiempo, Diego Simeone dispuso la salida de Prim, quien fue reemplazado por Rusculleda. En los primeros minutos, Campagnuolo tuvo dos muy buenas tapadas, ante disparos lejanos pero fuertes de Salgueiro y Sánchez. A los 13 minutos, Bordagaray entró por el Papu Gómez. A los 18, Aureliano Torres reemplazó a Juárez, ingresando en la defensa, permitiendo el adelantamiento de Bazán al mediocampo
Con el correr de los minutos, Estudiantes se adueñó del trámite y Campagnuolo volvió a salvar al equipo, atorando ante Salgueiro, a los 23 minutos. Pero los de La Plata mantuvieron su nivel y un buen disparo de Salgueiro desde fuera del área, a los 20', significó el 2-1.A los 40', inesperadamente, San Lorenzo empató tras un error de Albil, quien rechazó con los puños, bien presionado por Romeo, hacia el centro: Bordagaray tocó de zurda como le cayó la pelota y la clavó por arriba del arquero.
San Lorenzo arrancó perdiendo con Estudiantes (gol de Díaz a los 3'), pero enseguida empató cuando un tiro del debutante Bertocchi se desvió en el Papu Gómez. Finalmente, el Cholo Simeone alineó a Campagnuolo; Luna, Meza, Palomino, Bazán; Prim, Juárez, Bertocchi, Sebi González; Papu Gómez y Romeo.
Para el comienzo del segundo tiempo, Diego Simeone dispuso la salida de Prim, quien fue reemplazado por Rusculleda. En los primeros minutos, Campagnuolo tuvo dos muy buenas tapadas, ante disparos lejanos pero fuertes de Salgueiro y Sánchez. A los 13 minutos, Bordagaray entró por el Papu Gómez. A los 18, Aureliano Torres reemplazó a Juárez, ingresando en la defensa, permitiendo el adelantamiento de Bazán al mediocampo
Con el correr de los minutos, Estudiantes se adueñó del trámite y Campagnuolo volvió a salvar al equipo, atorando ante Salgueiro, a los 23 minutos. Pero los de La Plata mantuvieron su nivel y un buen disparo de Salgueiro desde fuera del área, a los 20', significó el 2-1.A los 40', inesperadamente, San Lorenzo empató tras un error de Albil, quien rechazó con los puños, bien presionado por Romeo, hacia el centro: Bordagaray tocó de zurda como le cayó la pelota y la clavó por arriba del arquero.
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