San Lorenzo 0 - Lanus 1

Increíble partido perdió el equipo de Diego Simeone ante Lanús esta tarde. El Ciclón se despidió del Pedro Bidegain con una caída que significó la ausencia definitiva de la próxima edición de la Copa Libertadores. El cuadro azulgrana tuvo todo para ganar y mostró actitud desde el primer minuto de juego, pero no supo definir como en otras circunstancias y Gastón Aguirre, en contra, le entregó una inmerecida victoria al equipo de Zubeldía.

San Lorenzo salió a buscar la victoria desde el inicio del primer tiempo, también ayudado por la tibia actitud de Lanús, que se dedicó a defender y ocupar espacios atrás, aprovechando algún contraataque. Pero, tanto Cristian Leiva y Diego Rivero, se hacían de todos los rebotes en la mitad de cancha y recuperaban rápido la pelota, gracias a la floja actuación de Blanco y Salcedo, los hombres más peligrosos del Granate.

A los ocho del primer tiempo, el Ciclón tuvo la más clara: centro de Cristian González y gran cabezazo de Alejandro Gómez que se estrelló en el travesaño. Después de esa llegada, si bien el equipo de Diego Simeone tenía la posesión de la pelota, no sabía cómo administrarla. Lanús se agrupaba bien atrás y le cerraba los caminos al ataque del local, que siempre culminaba en algún centro rechazado. Sebastián González, quien se paró como una especie de enlace, nunca asumió ese rol que quizá pretendía el Cholo y Bordagaray no tuvo mucho peso dentro del área.

Por eso, con el correr de los minutos, San Lorenzo empezó a rematar desde afuera, ya que ése parecía el único camino viable para penetrar la defensa del conjunto granate. Intentó Gómez, Kily González y Leiva, cuyo disparo se fue algo desviado. Lanús tuvo la suya con un remate dentro del área de Salcedo, pero Migliore le ahogó el grito al paraguayo. Así se fue un primer tiempo que tuvo al Ciclón en la búsqueda del gol, pero donde volvió a dejar en claro su falta de ideas.

Con el ingreso de Menseguez en el complemento, en lugar de Sebastián González, Simeone intentó darle más profundidad al ataque de su equipo, pero no surtió mucho efecto. Es que San Lorenzo y todos sus futbolistas seguían dejando en claro que no estaban finos de cara a la definición. Justamente el Rayo fue el que tuvo la más clara, luego de un rebote en el borde del área, pero su remate se fue apenas afuera.

El reloj seguía corriendo y Simeone mandó todo a la cancha: Rovira y Romeo, adentro. El ídolo azulgrana tuvo en sus pies la victoria, pero su remate de zurda no tuvo mucha fuerza. Lanús estaba decidido a defenderse y buscar alguna contra, pero la defensa estaba bien parada y no pasaba sobresaltos. Pero, como dice el dicho del fútbol, los goles que no se hacen de un lado, los pagás en el otro. Y así sucedió, y de la manera más insólita posible: Biglieri desbordó por la derecha y mandó el centro atrás, pero Bottinelli rozó la pelota y dejó mal parado a Migliore. De todos modos, la pelota fue a parar a los pies de Aguirre, quien, en un intento de despejar la pelota al tiro de esquina, la metió dentro de su propio arco. Lo más increíble es que el Tonga estaba solo, ya que ningún jugador de Lanús lo fue a presionar.

De este modo, el Granate se ponía en ventaja y dejaba afuera a San Lorenzo de la Copa Libertadores. Tras el gol, Simeone dio la seña para que vayan todos a presionar y a buscar el empate, pero nunca pudo ser. San Lorenzo pagó muy caro su falta de definición, una falencia que no había mostrado mucho en esta temporada. Así, se quedó con las manos vacías y se despidió del Pedro Bidegain con un sabor muy amargo.