Sunday, October 4, 2009

San Lorenzo 2 - River 1

Pipo metió a Fabbiani cuando River ganaba 1 a 0 e inclinó la cancha, pero a favor del Ciclón. El Ogro hizo todo mal: una falta previo al empate, intentó mojar de taco pero en la siguiente ofensiva azulgrana apareció Romeo con el cabezazo gananador


Romeo saca su cabezazo victorioso. Le faltan 8 para los 100. (Foto MA)BUENOS AIRES- Transcurrían segundos del clásico y Romeo ya se encontraba frente al arquero, pero el tandilense resolvió mal. Cuando era un pase a Menseguez que se mostraba solo por la derecha, optó por la individual y perdió. Quince minutos más tarde, Bernie fue generoso con el Rayo. Tras una gran jugada de Rivero, Romeo se la bajó a Menseguez, quien probó recto de afuera, destacando las habilidades del arquero Navarro, quien la tiró al corner.

San Lorenzo con el correr del encuentro se mostró más ambicioso que River, y a pesar de no jugar bien, lo acorroló por momentos. Pintos siempre fue una opción para subir por la banda derecha y entre Sebastián González y Aureliano Torres se las arreglaban por la izquierda, dejando un tridente ofensivo (Menseguez, Romeo y Bordagaray) que siempre buscó herir a la línea de cuatro que plantó Pipi Gorosito, que no salió del banco para dar alguna que otra indicación.

El visitante, mientras tanto, se fue tomando su tiempo. Intentaron hacer de los segundos minutos, a fin de congeniar un empate que no le venía nada mal para su débil presente. Y en esa displicencia millonaria, River consigue un penal por un error de Migliore. El arquero de San Lorenzo salió mal a cortar un pase y tirándose con los pies para adelante, barrió a Villalva que tenía más para perder que ganar. Ahí, por primera vez, Pipo se levantó para dar indicaciones, y Buonanotte puso en ventaja, inmerecida, pero ventaja al fin al conjunto visitante.

Con el resultado a su favor, River aumentó su tranquilidad, que inclusive le sirvió para enfrentar a los nervios que comenzaba a presentar el Ciclón. Simeone, muy inquieto, movió el banco imitando a su colega, que había cambiado a Villagra por el juvenil Coronel. El Cholo también modificó el lateral izquierdo: a los 40, Cristian González reemplazó a Aureliano. A pesar de ello, nada cambió antes de ir a los vestuarios.

Con la necesidad de convertir dos goles, San Lorenzo salió a jugar con una variante. Ahora el que salió fue un González, Sebastián, dándole lugar a Leandro Romagnoli. La idea de salir a buscar a River más a arriba fue la premisa del técnico azulgrana, pero la adrenalina de sus dirigidos por momentos se perdió en el campo de juego. Pintos, innecesariamente, entró a discutir con Archubi y obligó a Laverni a que saque cartulina amarilla para ambos.

El volante de River, a los nueve minutos, sacó un fuerte disparo que Migliore envió al corner en una de las mejores atajadas de una tarde escasa de fútbol. Dos minutos más tarde, el Cholo agotó sus cambios con el ingreso del juvenil Rovira por Bordagaray. La apuesta era reforzar la ofensiva para alcanzar la igualdad.

En medio de la confusión futbolística, San Lorenzo hacía el gasto. Tenía buenas intenciones para inquietar a Navarro, pero los centros fueron una de las pocas ideas que mostró el conjunto de Simeone. Forzados cabezazos de Romeo, Rovira o quien merodeaba el área para que la pelota termina siempre en las manos del bien ubicado arquero de River. En tanto, el rival se mostró dispuesto al contragolpe, sin ningún otra arma para la ofensiva.

A pesar de que el Ciclón enfrentó a uno de los peores River de los últimos tiempos (por no decir de la historia), los de Pipo fueron más atentos y menos ingenuos que los defensores del Cienciano, por ejemplo. Y esto le generó un dolor de cabeza a los futbolistas locales, que siguieron buscando, pero hasta los 25 minutos, sin encontrar nada.

Pero todo puede cambiar, es cuestión de un segundo, un click que haga que todo lo anterior se vea modificado. Y el clásico tuvo un contrapeso importante, significativo para River. A los 31 minutos, fue todo pobre para el Millonario. Es que el ingreso de Cristian Fabbiani logró inclinar la cancha, pero a favor de San Lorenzo, claro. A los 38, el Ogro comete una infracción lejos, pero fuerte sobre Rivero, dejándolo lesionado unos cuantos minutos. De ese centro, Cabral comete la primera falla infantil del visitante en la tarde, aplicándole un codazo a Bottinelli. Laverni cobra penal que Romagnoli cambió por gol

Con medio hombre de más (Rivero terminó en una pierna), el Ciclón se entusiasmó con un eventual triunfo. Pero River no se quedó atrás, y tuvo más situaciones que en todo el encuentro. La primera clara fue de Fabbiani, pero el delantero optó por tirar un taco débil que terminó en las manos de Migliore. Luego de esta acción, Leandro Romagnoli encaró, se sacó con elegancia a un defensor millonario y le puso la pelota en la cabeza a Romeo, que hizo lo que mejor sabe hacer: mandarla al fondo de la red.

El estadio explotó y los tres puntos se acercaban a Boedo, pero hubo que sufrir para asegurarlos. Migliore tuvo que tapar un par bravas en el descuento, sobre toda una a Buonanotte. Finalmente, después de los cuatro minutos que adicionó Laverni, la fiesta se concretó con una nueva victoria frente a River, que después del 8M, sabe que la mano cambió, y hoy es San Lorenzo el que lleva las de ganar.

A pesar de la desesperación, y los nervios que por momentos mostró el equipo, el Ciclón logró su segunda victoria consecutiva en el Apertura. Pero no es un dato menor ni una humorada que Fabbiani (también le vale lo mismo a Cabral) que jugó para San Lorenzo, sobrando el encuentro y abriéndole la posibilidad a los santos de seguir marchando.

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